En términos taurinos, para los neófitos, significa que el diestro se alivia en la suprema, dando un intencionado traspiés aliviando la suerte, consecuentemente se deriva del encuentro y la tizona cae desprendida. A esto también se le llama “lagartona”, por la tendencia del susodicho a no plantar cara. Sentada la castiza forma. Dejo, pistas para quien aun muestre el interés por saber de qué va el asunto. En la parte que nos mueve usease, la cosa de segregar endorfinas calzando zapatillas, también se tiene la necesidad del alivio, momento este que como casi todo en la vida debemos saber diagnosticar y sobre todo gestionar. Quien no se ha declarado jarto de condición y hasta la trancas de tanto entrenar. Cualquiera verdad, pues eso. Este sería el primer punto para aceptar que el momento del descanso ha llegado, aunque hay quienes la vigoresia le puede y entienden que es cuando más deben entrenar. Error y grande, Petardo, Ruina, Moto de las viejas.

Tengo que descansar, además bien gestionado. Recuperación física y sobre todo moral. También el símil taurino nos dice que lo primero, quitarse de la cara del toro, en segundo término ocupar la cabeza con algo más que la disciplina del entreno y las capacidades perdidas. Aprovechar para recuperar algo de grasa incluso en pestañas y gozar del disfrute de las cosas buenas, recordando que hay un espacio prohibido que sabiendo pisarlo nos devuelve a la vida de los mortales, la analítica y el agujero del cinturón nos dirán si los pasos están en vía de desarrollo ó por la peña del barranco. No te importe, recuerda que mientras más bajo caigas, con más genio y ganas regresaras. Palabra de quien tiene edad para saber que tropezar es el primer paso para recuperar, sobre todo la ilusión y la rabia de volver a hacer lo que hacías.

Vale, ya he descansado, momento de poner de nuevo pie en pared. Como siempre empezar con un paso y luego otro y así sucesivamente. Comienza por aceptar que solo tú pondrá la primera piedra, nadie te puede ayudar, Si tú no quieres, no hay nada que hacer. Pero eso está hecho, verdad menudos somos. Consejo, evita las malas compañías, entiéndase por aquellos que su ritmo no nos conviene ni para calentar, ya llegara el día de mediar zapatillas. La prisa, ya sabes mala consejera, la máxima. Construir es lo mismo que entrenar, primero esto luego aquello y que la pared vaya recta y bien alineada. Escucha tu cuerpo, regula la dosis y espera el resultado, el placer de entrenar viene justamente cuando como una chispa tiras detrás de quien va de chulito y le aguantas, pero no te cebes guarda que mañana hay que volver de nuevo, Unos veinte días y la cabeza se acopla al objetivo, ya expulsa todo lo que despiste, el cinturón te habla con el beneplácito del camino bien recorrido, la respiración y el despertar diario nos añade el plus de esperar sin pereza la hora del entreno. Volvemos a ser de los guenos, los amigos del superman, los llamados para la gloria de Filipides.

Espero, que vuestra salud, ganas y sobre todo ilusión por practicar deporte no se vea mermada por el castigo de pasarnos en la comidas de las Navidades. Disfrutarlo y os espero por donde siempre, con la respiración subidita y las lorzas en movimiento.

 

FELIZ NAVIDAD.