La noche ha sido cómoda, aunque la topografía ha sido complicada, con muchas subidas y bajadas, y muchas curvas que digicultaban la visibilidad.
Hoy se ha pasado por Cannes. Se ha pasado también por niza y se ha depositado una nota junto a las flores en el Paseo de los Ingleses, en el lugar de los atentados.
Montecarlo ha dejado deslumbrado a los corredores, sintiéndose de una manera especial corriendo entre Ferraris y coches similares.
Ha habido mucho tráfico al principio porque es una zona de mucho turismo lo que dificulta mucho el andar de atletas y coches. Después han aprovechado mucho los paseos marítimos.
Después de muchos días de comidas a veces improvisadas por necesidades del desplazamiento, hoy hemos disfrutado de un perol hechopor las personas que se encargan de la intendencia y la comida, que están haciendo una labor fundamental.
Estamos alejados en el polideportivo de Finale Ligure, un pueblo a 70 kilometros al norte de Génova, pueblo con mucho encanto y turístico (con turistas proveninentes sobre todo de Turín y de Milán) y donde nos han atendido con mucho cariño. Esta noche volvemos a quedarnos aquí, esperando la llegada de los atletas por Finale Ligure.
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