MARATÓN DE SEVILLA 1992

RÍOS SORPRENDIÓ A LOS FAVORITOS

El cordobés Miguel Ríos sorprendió ayer en el VII Maratón de Sevilla imponiéndose al grupo de élite con un tiempo de 2:15:31, marca muy alejada de los 2:11:56 que figura como record de la prueba. Ríos partía como desconocido, pero desde los primeros momentos aguantó los fuertes tirones al grupo de cabeza que dieron Luis Adsuara y Diego García, y acabó superando en la primera mitad de carrera a los etíopes Tekie Gslassise y Chala Urgessa, que con su estrategia de equipo no fueron capaces de amortiguar su ritmo y acabaron abandonando el primero y entrando octavo el segundo. En la segunda posición llegó a la meta de la Plaza de España el belga Michel de Maat seguido de su compatriota Peter de Vocht. Ambos lograron aguantar las embestidas de los españoles y al final hubieran podido optar al triunfo de haber dispuesto de algún kilómetro más.

Tirones

En los primeros tramos, aparte de las lógicas escapadas, se destacaba el grupo de favoritos comandados por Luis Asuara y Diego García, que iniciaron un duro ritmo que mantendrían los primeros 20 kilómetros. Sin embargo, el esfuerzo de correr cada kilómetro en 3:08 acabó pasando factura: Absuara abandono el el kilómetro 25 y poco después le siguió Diego García.

El ritmo descendió y nadie se decide a tirar hasta que toma la cabeza Ríos, que no aumenta el ritmo a pesar de que los etíopes se encontraba ya muy castigados. Urgessa no toma la iniciativa y cede terreno a los belgas y, en el kilómetro 34, el cordobés ya aventaja en unos 600 metros a sus nuevos perseguidores, distancia que mantuvo hasta el final. Tras la carrera declaró que una ampolla en el pie había hecho peligrar su victoria.

Clasificación: Miguel Ríos 2:15:31;De Maat (BEL)2:16:43;De Votch (BEL);2:16:46;Ali Sanhkri(ARG) 2:17:08;Dedlander(BEL) 2:17:32; Sidorov(CEI) 2:18:21;Furmanek(POL) 2:20:00;Urgessa(ETI) 2:22:05; Enrique Ramírez(ESP) 2:22:52.

Este artículo es del Diario Marca en su tirada nacional, del día lunes 24 de Febrero de 1992 y apareció en la contraportada del mismo. Ese año entre otros muchos cordobeses participaron Pedro Merinas Ruiz en el puesto 24 de la general con 2:35:51, su hermano Manuel Merinas Ruiz 2:40:11, Francisco López López 2:40:44, su hermano Antonio López López 3:02:00, Antonio Aranda Gutiérrez 2:54:28, Emilio Pedrosa Navarro 3:01:05 y Manuel Beltrán Gutiérrez con 3:33:39 en su primer maratón que hasta la fecha sólo ha fallado un año. Llegaron a la meta 1387 corredores.

Tres meses antes en la media maratón de Córdoba de 1991 Miguel Ríos a cien metros de la meta se retiró cuando peleaba con Rene Stan por la tercera posición de la general, el gesto fue motivado por el contencioso que había mantenido con los responsables del patronato por los premios para los primeros de la provincia, que no eran los mismos que a los locales, perdió un trofeo, un viaje de recreo de una semana de duración y 25000 pesetas, al final declaró “ He hecho lo que tenía que hacer, porque he demostrado que tengo la mejor marca de toda la provincia, conseguida hoy, se ha visto que me he retirado cuando he visto el reloj y lo que había anunciado lo he cumplido, a los corredores de la provincia hay que tratarlos con igualdad”.

La marca del tercero fue de 1:05:38 (que también fue la suya), terminaron 852 atletas.

 

 

 

 

¿EMPEZAR A CORRER?

Una de las razones por la que salgo y me gusta correr es por el hecho de desconectar y encontrarme en espacios abiertos, suelo cambiar el recorrido, Cruz Conde, tablero, canal, sierra, con la sensación que ello implica. Esto me hace tener un sentimiento de de cierta incomprensión por una parte y de admiración por otra, de las personas que son capaces de pasarse varias horas en los gimnasios, sobre todo a los valientes que se asoman por los cristales del Gofit o están frente a un espejo sólo con la ayuda de un mp3. ¿Por qué no hacen lo mismo en un parque? No hay cosa más sana que el sol del invierno, sus razones tendrán pero si por mí fuera les animaría a todos que trabajen su corazón al aire libre. Escuche por la radio que una señora gallega esta realizando el camino de Santiago en su cinta de correr, apunta todos los días los kilómetros que hace , iba por Burgos, otro caso es el un escritor famoso que escribe en su ordenador con un atril adaptado mientras anda en la cinta, en la escuela de atletismo de nuestro club Califas las madres que llevan a sus hijos a la pista del Fontanar esperaban en la grada a que los niños acabaran, primero quedaron en darse un paseo al poco tiempo empezaron a correr y ahora están en la salida de las carreras populares. Animo a todo el mundo a que comience a correr pero se da la circunstancia de que muchos de los que empiezan tardan muy poco en dejarlo, siempre por la misma razón, empiezan con demasiado ímpetu.

A veces me llegan comentarios de esporádicos corredores que comentan que empiezan a correr pero lo dejan porque sufrían en exceso. Hay quien comienza a correr sin más, al mismo ritmo que un amigo que lleva tiempo haciéndolo, lo que les obliga a forzar más de la cuenta. Los hay que sin haber hecho ejercicio en su vida y en ocasiones con sobrepeso, empiezan a correr a ritmos extenuantes con grave riesgo de lesión. Ya se ven pocos pero en los 90 aquellos que iban agobiados con un chubasquero en los días de calor, hay que hacerlo con moderación, uno corre con el sudor de su frente, no con el sudor de el de enfrente.

A todos los que ya corréis y conocéis gente que quiere comenzar, aconsejadles que lo hagan con prudencia, que comiencen alternando el correr suave y andar. El secreto está en que hay que evitar convertir el correr en un martirio y no tener que soportar el mayor tiempo posible corriendo, es preferible terminar con la sensación de poder haber hecho algo más y no querer llegar rápido al éxito, porque el éxito es como el olor corporal, cada uno tiene el suyo.

Correr es una actividad sana y formativa que nos puede ayudar a disfrutar de la vida mejorando nuestra forma física y aportamos equilibrio mental. Pero debemos ser conscientes de lo que somos, corredores populares, nuestra prioridad debe ser la búsqueda del bienestar mediante nuestro deporte favorito.

Adaptar la carrera a vuestra vida y no vuestra vida a la carrera.